Si rechazas y niegas tu miedo, éste se hará más fuerte y resistente y será más difícil superarlo. La única solución para poder afrontar tu miedo de una manera sana y eficaz, es aceptando que lo sientes. Sólo a partir de esa aceptación, podrás empezar a afrontarlo y, finalmente, superarlo.
La manera más sana y eficaz de afrontar el miedo es aceptando lo que sientes!!!
Pero, para aceptarlo, primero tienes que verlo, darte cuenta de él. Y, para ello, tienes que permitirte sentirlo, en lugar de huir de él y rechazarlo. Y, para conseguir todo eso, no se me ocurre nada mejor que el Mindfulness.
El Mindfulness te ayuda a darte cuenta de lo que piensas y sientes en cada momento, a conectar con tus emociones y, en un siguiente paso, a aceptarlas, es decir, a reconocer que están en ti y que son como son. Solo así, podrás después empezar a cambiar lo que necesites cambiar.
Ejercicio práctico de Mindfulness para superar tu mayor miedo:
Busca un lugar tranquilo y resérvate unos minutos en los que sepas que nadie vaya a interrumpirte.
Siéntate en una postura cómoda y relajada.
Apoya los pies en el suelo, pon las manos sobre tu regazo y mantén tu espalda erguida, pero, no tensa.
Cierra los ojos y realiza unas cuantas respiraciones profundas para centrarte en este momento.
Dedícate durante unos pocos minutos simplemente a observar tu respiración y a sentir plenamente cómo entra y cómo sale el aire de tu cuerpo.
Observa qué experimentas en tu cuerpo y en tu mente al centrarte solo en observar tu respiración y quédate con ello durante unos minutos.
A continuación, voy a pedirte que traigas a tu mente uno de tus miedos. El que más te paraliza y el que más te está haciendo sufrir en este momento de tu vida.
¿Qué miedo es?
¿En qué situaciones concretas lo sientes?
¿Qué lo desencadena?
¿Por qué te asusta tanto?
¿Cómo lo has vivido en el pasado?
¿Qué consecuencias crees que te traerá?
Intenta visualizar esa situación paralizante y revivirla ahora en tu mente lo más fielmente que puedas y con todo lujo de detalles, como si te estuviera sucediendo de verdad en este momento. No te preocupes, lo estás reviviendo solo en tu mente, estás enfrentándote a ello solo mentalmente, por lo que no corres ningún peligro.
¿Qué cosas te dices exactamente con respecto a ese miedo?
¿Qué es lo que te pasa por la cabeza?
¿Qué pensamientos tienes?
¿Cómo está reaccionando tu cuerpo?
¿Qué sensaciones físicas estás sintiendo?
¿En qué parte de tu cuerpo las sientes?
Intenta sentir en estos momentos todos los detalles de tu miedo, todo lo que piensas y sientes, todo lo que te provoca. No huyas de eso y siente tu miedo plenamente, sin ninguna restricción.
No intentes analizarlo, ni justificarlo, ni entenderlo. Simplemente, siéntelo y obsérvalo, todo lo detalladamente que puedas.
Observa tu postura: ¿Cómo es? ¿Hay alguna tensión en alguna parte de tu cuerpo? ¿Dónde concretamente? ¿De qué tipo es esa tensión? ¿Cómo se manifiesta? ¿Es continua o discontinua? ¿Es muy fuerte, o es débil? ¿Cambia por momentos o está fija? Intenta describirla lo más fielmente que puedas, como si fueras un científico que la observa.
Observa tu pensamiento: ¿Qué ideas te llegan? ¿Te vas al pasado, a recordar situaciones pasadas parecidas en las que lo pasaste muy mal por culpa de este mismo miedo? ¿O te vas al futuro, a las consecuencias terribles que sucederán con respecto a este miedo tan grande que sientes? Obsérvalo, sin juzgarlo, ni intentar cambiarlo. Simplemente míralo, sin implicarte, como si vieras una película, y date cuenta de qué pensamientos tienes, cómo son exactamente y de todo lo que estás pensando ahora debido a tu miedo.
Observa tus emociones: ¿Qué te hace sentir todo esto? ¿De qué forma te está afectando y alterando este miedo? ¿En qué lugar de tu cuerpo se han instalado tus emociones? ¿Cómo son exactamente? ¿Qué sensaciones físicas te están provocando? No intentes evitarlas, ni huir de ellas y siente todo lo que tu miedo te está haciendo sentir en estos momentos.
FUENTE: https://mariamikhailova.com
FOTOS: Pixabay
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