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Una mente que divaga es una mente infeliz.



A diferencia de otros animales, los seres humanos pasan mucho tiempo pensando acerca de lo que no está pasado alrededor de ellos, contemplando eventos que pasaron en el pasado, que puede que pasen en el futuro, o que nunca van a pasar. De hecho, “el pensamiento independiente del estímulo” o “la divagación de la mente” es el modo automático de operación. A pesar que esta habilidad es un logro evolutivo notable que permite a las personas aprender, razonar y planear, puede tener un costo emocional. Muchas tradiciones filosóficas y religiosas enseñan que la felicidad se encuentra en vivir el momento, y los practicantes se entrenan en resistir la divagación de la mente y “estar aquí ahora.” Estas tradiciones sugieren que una mente que divaga es una mente infeliz. Están en lo cierto?

Experimentos en laboratorios han revelado información acerca de las bases cognitivas y neurales de la divagación de la mente, pero poca información acerca de sus consecuencias emocionales en la vida cotidiana. El método más confiable para investigar la emoción en el mundo real es muestreo de experiencia, lo cual involucra contactar a las personas en sus actividades cotidianas y preguntarles que reporten sus pensamientos, sentimientos y acciones en ese momento. Desafortunadamente, recolectar data en tiempo real de un gran número de personas a medida que pasan por sus vidas cotidianas es tan incómodo y costoso que rara vez ha sido usado para investigar la relación entre la divagación de la mente y la felicidad, y ha estado siempre limitado a muestras muy pequeñas.

Nosotros resolvimos este problema desarrollando una aplicación en línea para el iPhone (Apple Incorporated, Cupertino, California), que usamos para crear una inusual amplia base de datos de reportes en tiempo real de pensamientos, sentimientos y acciones de un amplio rango de personas a medida que hacían sus actividades cotidianas. La aplicación contacta a los participantes en su iPhone en momentos aleatorios durante sus horas de trabajo y les presenta preguntas y graba las respuestas en una base de datos en www.trackyourhappiness.org. La base de datos actualmente contiene cerca de un cuarto de millón de muestras de 5,000 personas de 83 países con edades entre los 18 y los 88 y que colectivamente representan todas las 86 categorías de ocupación.

Se analizaron 2250 adultos (58.8% hombres, 73.9% residentes de los Estados Unidos, con una edad promedio de 34 años) para encontrar qué tan frecuente su mente se distrae, acerca de qué temas piensan y cómo esa distracción afecta su felicidad. Analizamos muestras de quienes eran asignados aleatoriamente a responder las siguientes preguntas:

  • Una pregunta de felicidad (“Cómo se está sintiendo ahora mismo?”) respondida en una escala continua de muy mal (0) a muy bien (100)

  • Una pregunta de actividad (“Qué está haciendo ahora?”) respondida eligiendo una o más de las 22 actividades adaptadas del método de reconocimiento del día

  • Una pregunta de divagación de la mete (“Está pensando en lago diferente de lo que está haciendo actualmente?”) respondida en una de las cuatro opciones: no; si, algo placentero; si, algo neutro; si, algo no placentero.

Nuestro análisis reveló 3 hechos. Primero, la mente de las personas divaga frecuentemente, sin importar lo que estén haciendo. La divagación mental ocurrió en el 46.9% de las personas y en al menos 30% de las actividades excepto haciendo el amor. La frecuencia de la divagación de la mente en la muestra que lograron tener del mundo real, fue considerablemente más alta que lo que se observa típicamente en los experimentos de laboratorios. Sorpresivamente, la naturaleza de las actividades solo tenía un impacto modesto en si las mentes divagaban y casi no tenía impacto en lo placentero de los temas en los cuales si mente divagaba.

Segundo, una regresión multinivel reveló que las personas eran menos felices cuando su mente divagaba que cuando no lo hacía, y esto fue cierto en todas las actividades, incluyendo las menos agradables. A pesar que la mente de las personas divagaba más probablemente acerca de temas placenteros (42.5% de las muestras), que a temas no placenteros (26.5%) o neutrales (31%), las personas no eran más felices cuando pensaban en temas placenteros en vez de estar presente su actividad actual. Aunque los estados de humor negativos se conocen como causantes de una mente que divaga, el análisis con retardo de tiempo demuestra que generalmente es la divagación de la mente lo que causa el mal humor o la infelicidad, y no solo una consecuencia.

Tercero, el contenido de los pensamientos era un predictor de la felicidad que sentían las personas frente a lo que estaban haciendo. La varianza explicada por la divagación o distracción de la mente era altamente independiente de la varianza explicada por la naturaleza de las actividades, sugiriendo que las dos fueron influencias independientes en el nivel de felicidad.

En conclusión, una mente humana es una mente que divaga, una mente que divaga es una mente infeliz. La habilidad para pensar acerca de lo que no está pasando es un logro cognitivo que viene con un costo emocional.


En YOURZ te enseñamos por medio de nuestros cursos, como fortalecer la atención y concentración, para así evitar la dispersión mental y aumentar tus niveles de felicidad. Fuente: Matthew A. Killingsworth y Daniel T. Gilbert

Traducido por: Maria Paula Jimenez

Foto: Freepik

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