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¿Cómo relacionarnos con pensamientos recurrentes?

Actualizado: 2 oct 2020



Una técnica para aprender a relacionarnos con los pensamientos recurrentes que aparecen en el día a día o durante la práctica de Mindfulness, es explorar en el cuerpo qué sensaciones nos producen esos pensamientos. Por ejemplo, si no hacemos más que recordar el divorcio de nuestros padres y la intensa batalla que libraron entre sí por conseguir la custodia, cómo se insultaban, etc., podemos aumentar nuestra atención y observar cómo se siente ese pensamiento: Quizá notemos una opresión en el diafragma y el pecho (opresión, opresión). En ese caso, debemos permanecer meticulosamente atentos a esa sensación durante un tiempo. Al hacerlo, puede que aparezcan otras sensaciones, o tal vez imágenes o sentimientos. De esta forma, podemos comenzar a destensar las contracciones físicas y el miedo que estaba encapsulado en el cuerpo (el cuerpo lleva la cuenta, como diría el Dr. Bessel van der Kolk). En este momento, debemos llevar la atención a los nuevos sentimientos que emergen: ¿qué emociones surgen acompañando a ese patrón de pensamientos y tensiones físicas? Al principio puede que nos cueste identificarlos, pero si prestamos atención, poco a poco empezaran a manifestarse. La opresión se tornará en tristeza, y ésta puede convertirse en dolor. Cuando finalmente comencemos a llorar, estaremos permitiendo que el sufrimiento que estaba oculto se libere, permitiéndonos soltarlo.

De manera similar, cuando nos encontramos con un dolor físico recurrente o un estado anímico difícil, podemos llevar la atención al nivel del pensamiento, a la historia o creencia que los acompaña. Prestando una atención cuidadosa, podemos hallar la sutil creencia acerca de nosotros mismos que estaría perpetuando ese dolor o estado anímico. Tal vez se trate de una historia que nuestra mente nos cuenta a acerca de que somos indignos y que siempre seremos así. Cuando nos permitimos simplemente observar esa historia, sin identificarnos con lo que cuenta, sembramos las bases para liberar el patrón que nos estaba oprimiendo.

Los pensamientos e historias repetitivos suelen estar alimentados por emociones o sentimientos subyacentes. Estos sentimientos no sentidos son parte de lo que provoca que los pensamientos vengan una y otra vez. La mente divaga hacia el futuro, usando como combustible la ansiedad, o hacia el pasado, alimentada por el arrepentimiento, la culpa o el dolor. Muchas fantasías surgen como respuesta a ese dolor y vacío. El objetivo de la meditación es sumergirnos por debajo del nivel evidente de los pensamientos recurrentes, para sentir qué es lo que los trae a colación. Como si se tratase de una cebolla, cuando somos capaces de ir quitando las capas superficiales y llegar al núcleo emocional, el pensamiento dejará de surgir y el patrón se desvanecerá de manera natural.


En nuestro curso de Mindful Change, aprenderás diferentes herramientas para gestionar estos pensamientos recurrentes.


Basado en el artículo original de Jack Kornfield: Break the Cycle of Repetitive Thoughts Fuente: https://medium.com/ Foto: Freepik.

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