Por: Thich Nhat Hanh
Nuestro verdadero hogar no está en el pasado. Nuestro verdadero hogar no está en el futuro. Nuestro verdadero hogar está aquí y ahora. La vida está únicamente disponible en el aquí y el ahora.
La atención plena es la energía que nos ayuda a reconocer las condiciones de felicidad que ya existen en nuestra vida. No tienes que esperar diez años para experimentar esa felicidad. La felicidad está presente, en cada momento de tu vida. Muchos de nosotros estamos vivos, pero no lo sabemos. Sin embargo, cuando inhalamos y estamos conscientes de que estamos inhalando, tocamos el milagro de estar vivos. Esta es la razón por la cual la atención plena es una fuente de felicidad y goce.
La mayoría de las personas es olvidadiza. Gran parte del tiempo no están verdaderamente aquí. Su mente está atrapada en sus preocupaciones, miedos, rabias y arrepentimientos, mientras que no están conscientes de que están aquí. Ese estado es un estado de olvido; estás aquí pero no estás. Estás atrapado en el pasado o en el futuro. No estás aquí, en el momento presente, viviendo tu vida profundamente.
Lo opuesto a este estado de olvido, es el estado de atención o conciencia plena. La atención plena es cuando estás verdaderamente aquí con el cuerpo y la mente en un mismo espacio. Inhalas y exhalas conscientemente, trayendo tu mente de vuelta al cuerpo. Cuando tu mente está ahí, con tu cuerpo, te estabilizas en el momento presente. Es en ese momento en que puedes reconocer la abundancia de condiciones para la felicidad que ya existen en ti y a tu alrededor. En esto, la felicidad aparece naturalmente.
La práctica de atención plena debiera ser agradable, y no un esfuerzo. ¿Acaso tienes que hacer algún esfuerzo para inhalar? Para inhalar, simplemente inhalas. Imagínate que estás contemplando una puesta de sol hermosa con un grupo de personas. ¿Acaso tienes que hacer un esfuerzo para disfrutar la puesta de sol? Claro que no. Simplemente la disfrutas.
Lo mismo es cierto con tu respiración. Permite que tu respiración se presente. Toma conciencia de ella, y disfrútala. Sin esfuerzo. Disfrutándola. Lo mismo es cierto para cuando camines conscientemente. Puedes disfrutar cada uno de los pasos que das. Cada paso te ayuda a tocar las maravillas de la vida, en ti mismo y alrededor tuyo. Cada paso puede ser un paso de paz. Cada paso es un paso de disfrute. Esto es posible.
Durante el tiempo en que practiques la atención plena, deja de hablar. No sólo deja de hablar externamente, sino también internamente. La conversación interna es el pensamiento, el discurso mental que no se detiene en tu interior. El verdadero silencio es la cesación de esta conversación, tanto la de la boca como la de la mente. No es el tipo de silencio que nos oprime. Es un tipo de silencio muy elegante y muy poderoso. Es el silencio que nos sana y nos nutre.
La atención plena permite el nacimiento de la alegría y el goce. Otra fuente de alegría es la concentración. La energía de la atención plena porta la energía de la concentración. Cuando estás consciente de algo, como una flor, y puedes mantener esa conciencia, podemos decir que estás concentrado en esa flor. Cuando tu capacidad de atención plena se vuelve más poderosa, tu concentración se hace más poderosa, y cuando estás plenamente concentrado, tienes la oportunidad de ir más allá y hacer un descubrimiento. Si contemplas una nube, puedes descubrir la naturaleza de esa nube. Si contemplas a una persona, y tienes suficiente capacidad de estar plenamente atento y concentrado, entonces puedes atravesar el velo de tus condicionamientos y entender la naturaleza de esa persona. Y así, puedes contemplar desde este espacio, a ti mismo, tu rabia, tu miedo, tu alegría, o tu paz.
Todo puede ser objeto de tu meditación, y con la energía poderosa de la concentración, es posible que vayas atravesando los muros y desarrollando una capacidad de ver profundamente y descubrir la naturaleza de las cosas. Es como una lupa concentrada en la luz del sol; si ubicas el punto donde se concentra la luz del sol en un pedazo de papel, el papel se quemará. De la misma manera, cuando tu atención plena y concentración son poderosas, tu capacidad de ver profundamente te liberará del miedo, la rabia, la desesperanza, y te brindará verdadera alegría, paz y felicidad.
Cuando contemplas la totalidad de un hermoso amanecer, mientras más atento y concentrado estés, más belleza será revelada ante ti. Imagínate que te dan una taza de té, muy aromática, un muy buen té. Tienes que estar plenamente atento del te, tienes que concentrarte en él, para que asó el té pueda revelarte su fragancia y maravilla. Esta es la razón por la cual la atención plena es fuente de felicidad. Esta es la razón por la cual un buen practicante sabe cómo crear un momento de goce, una sensación de felicidad, en cualquier momento del día.
Commentaires